A la Champions como un "Rayo"

06.05.2014 17:00

IÑIGO SANZ.- Y el sueño se hizo realidad. Aquel 1 de diciembre el Athletic puso por vez primera un pie en la luna de la Champions y pocos o prácticamente ninguno podían esperar que a falta de dos jornadas, los leones tuvieran ya en el bolsillo el pasaporte para disputar la temporada que viene la extinta Copa de Europa. Disponía de tres oportunidades el conjunto de Ernesto Valverde para certificar su cuarta plaza, pero obviaron las emociones fuertes y en media hora sellaron el triunfo ante un Rayo voluntarioso pero parco de calidad (0-3).

Debido a una lluvia de papel higiénico para celebrar la salvación de los locales, el choque comenzó con 15 minutos de retraso, acto que no sirvió para desconcertar a los jugadores rojiblancos muy concienciados en el día de ayer. El envite aconteció por la senda prevista. Los de Jémez, fieles a ese peculiar estilo suicida que le obliga a sacar el esférico jugado desde la zaga en cada posesión, sufrieron con la presión del Athletic que le permitía robar en línea de tres cuartos y llevar peligro constante a la meta rayista. Pronto llegaron los goles no como fruto del buen juego, sino del balón parado, otro de los puntos fuertes de este Athletic. Un córner de los foráneos y la agradecida colaboración del meta Rubén en la salida, propiciaron el gol de San José de un inverosímil taconazo que le convierte en el zaguero más goleador de primera división. Sin apenas tiempo para la celebración y sin que los 5000 aficionados rojiblancos tuvieran tiempo para asimilarlo llegó la sentencia de De Marcos que se aprovechó de un balón dividido en el área madrileña para rematar al fondo de la red con una nueva colaboración del guardameta local. Corría el minuto 30 y ni rastro de los de Paco Jémez que, desquiciado, realizó incluso un cambio sustituyendo a Rochina.

En el segundo periodo el Athletic controló la contienda sin demasiados problemas. El conjunto de Vallecas intentó con más corazón que cabeza recortar distancias pero apenas logró inquietar a un seguro Gorka con sendos lanzamientos desde el borde del área. Así, los leones esperaron agazapados la ocasión de poner punto final al partido y finiquitar así la cuarta posición. De nuevo el balón parado resultó letal. Ander Herrera fue objeto de una falta al borde del área que el mismo jugador se encargó de transformar de modo magistral por fuera de la barrera y sin que nada pudiera hacer Rubén. El Athletic recogió el premio a su temporadón. Un premio que poco o nada tiene que ver con la casuística y mucho con la unidad del grupo, el trabajo diario y la perseverancia.

Por Iñigo Sanz.  


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