Aborrecidos
IÑIGO SANZ.- Noche para olvidar. En lo futbolístico, en lo temporal y en lo que al propio espectáculo se refiere. Athletic y Elche regalaron al personal un partido soporífero, apático y cuyo resultado no pudo ser otro que el 0-0. Un encuentro cuya crónica podría alcanzar las dos líneas, incluso menos. Hizo muy bien Ander Herrera pidiendo perdón al término del choque. Y es que el fútbol, el buen gusto de este deporte, se lo llevó el viento. O más bien el vendabal. El potente temporal hizo que las expectativas por ver un partido atractivo fueran esencialmente una quimera. Los jugadores contribuyeron a la causa.
Entró mejor el Elche en escena. Las urgencias con las que afrontaban el envite, obligaron a los locales a ir directos a por los tres puntos. Con un juego más directo de lo esperado, los hombres de Escribá apostaron por la llegada sin compasiones y por el juego por bandas. Rodrigues encontró un buen filón por el flanco derecho, pero la mejor ocasión del primer periodo, y prácticamente de los 90 minutos, la tuvo Boakye en el minuto 25 que tras recibir un centro del propio Rodrigues, envió por encima del travesaño con todo a favor. Del Athletic: ni rastro. Frío y estéril en ataque, dispuso de un disparo de falta directa de Ander Herrera y de un cabezazo desviado de Iturraspe.
Poco cambiaron las tornas en el segundo tiempo. El Athletic saltó con nuevas intenciones, pero de éstas no se vive. El Elche supo ahogar la línea de creación bilbaína lo que obligó a los de Valverde a apostar por un juego más directo e intentar rascar en alguna jugada a balón parado. Un magnífico pase entre líneas de Muniain a Aduriz que dejaba solo al ariete guipuzcoano y que éste no supo controlar fue lo único de lo que dispuso el conjunto vizcaíno. Los locales se acercaron con mayor peligro merced a sus arreones. En uno de ellos Cristian Herrera tuvo en sus botas la victoria pero Laporte, rapidísimo, llegó justo a tiempo para evitar el caos y desviar ligeramente. En las postrimerias del partido Cisma remató de cabeza un córner cuando se encontraba sin marca alguna. El Athletic se conformó con las tablas y al Elche le faltó pulmón.
Por Iñigo Sanz.