Disfraz de Champions

IÑIGO SANZ.- El Athletic sigue con la velocidad de crucero directo a la Champions. El conjunto dirigido por Ernesto Valverde se impuso con autoridad (4-0) al Granada en un choque dominado de cabo a rabo y resuelto a primeras de cambio merced a un sobresaliente Aduriz que cuando se olvida de camorras y revuelos demuestra su magnitud como ariete. Con este contundente resultado los leones dieron un nuevo golpe sobre la mesa antes de su gira levantina en la que tendrá que medirse a Valencia y Villarreal como visitante de forma consecutiva.

Seis minutos duró el partido. Exactamente el tiempo que necesitó Aduriz para empezar a poner tierra de por medio tras resolver con un soberbio testarazo un centro blandito y bombeado de Andoni Iraola. El equipo andaluz supo en ese preciso instante que no saldría vivo de la Catedral. Lo cierto es que se esperaba más de los de Alcaraz después del buen trabajo defensivo realizado en Mestalla  en la que a punto estuvieron de dar el campanazo. Sin embargo, el Athletic dominó sin problemas en medio campo y presión adelantada mediante, fueron metiendo a su rival en el área. No tardó en llegar la sentencia. En el minuto 18 Aduriz aprovechó el carnaval para disfrazarse de Cristiano Ronaldo e inventarse uno de los goles de la temporada. Su disparo cruzado desde fuera del área a una velocidad endiablada se coló de forma impoluta por la escuadra haciendo la estirada de Roberto inutil. Fue uno de esos tantos que de haberlos transformado el astro luso o un tal Messi, nos veríamos obligados a comernos repeticiones y fórmulas matemáticas para analizar minuciosamente la trayectoria y la velocidad del esférico.

Después de la pertinente visita a los vestuarios, los leones volvieron al coliseo de nuevo voraces, sin un ápice de relajación y dispuestos a aumentar rentas. Susaeta, Herrera y el propio Aduriz dispusieron de soberanas ocasiones para instalar el 3-0 en el electrónico. No obstante, no fue hasta el minuto 74 cuando los de Valverde pusieron más tierra de por medio. El omnipresente Aduriz fue derribado dentro del área tras deshacerse de Mainz. Penalti, expulsión y hat-trick para el delantero donostiarra que se encargó de transformar la pena máxima gracias a la generosidad de Muniain que le cedió el poder. Con uno menos sobre el campo, al Granada no le quedó más remedio que abrir el paraguas y aguantar el chaparrón. La goleada pudo ser escandalosa si Iker Muniain llega a estar algo atinado. Tuvo que ser Gurpegui el encargado de cerrar el marcador tras aprovecharse en la frontal del área de un error en el despeje de Roberto.

Por Iñigo Sanz.