El fin del fútbol
El Athletic despide el año con otro fiasco en un partido condicionado por los errores defensivos
IÑIGO SANZ (BILBAO).- Los Mayas debieron predecir también que San Mamés despediría el año con una dosis de buen fútbol. Visto el nivel de acierto respecto al supuesto fin del mundo, ayer llegó el fin del fútbol. Los expertos aseguran que la civilización mesoamericana auguró un cambio de ciclo. Aquí llega el acierto.
Quizás estemos viviendo un cambio de ciclo en lo futbolístico. Esa es la mayor preocupación de la parroquia bilbaína. Las sensaciones que deja el partido. La impotencia. La falta de ideas. La defunción del fútbol veloz y preciso del que hizo gala el Athletic el curso pasado. El Zaragoza no tuvo que esmerarse demasiado. Le bastó con juntar las líneas y esperar los regalos de los locales. Un penalti de alevín cometido por Aurtenetxe y transformado con parsimonia por Apoño, y un tanto de Helder Postiga que se valió de la falta de contundencia de la zaga bilbaína, fue suficiente para que los de Paco Jiménez sentenciaran. Dos chispazos maños y 0-2. Antes del descanso un cabezazo de De Marcos a punto estuvo de meter al Athletic en el partido. Sin embargo, y ya son unas cuantas esta temporada, la diosa fortuna se alió con el rival y el travesaño repelió el remate. Tras el obligado parón, la vida siguió igual. El Athletic continuó inoperante en ataque. Demasiados pases en horizontal y jugando sin cesar hacia atrás. Ander Herrera estaba obligado a bajar a recibir prácticamente entre los centrales para tener que subir la pelota hasta el área. Mucho trabajo para un jugador por el que pasa toda la responsabilidad futbolística del equipo. El Athletic necesita un jugador que saque el balón jugado y se lo haga llegar a Herrera a su zona de influencia, cerca de la meta rival. Ni tan siquiera con Llorente acompañando a Aduriz en punta el Zaragoza se vio inquietado debido a la falta de acierto en los centros desde banda, otro talón de Aquiles. (Más información en el próximo número de yosoyunleon).