El poder del dinero

22.04.2014 10:54

IÑIGO SANZ.- El Athletic rozó la gloria con la punta de los dedos. El atrevimiento y la osadía casi tienen recompensa. Dos minutos fatídicos privaron a los de Ernesto Valverde de tres puntos que hubieran supuesto un golpe de efecto casi definitivo. Es lo que tiene ser pobre. Además de contar con un presupuesto y un número de estrellas menor, la diosa fortuna también se postula de su lado. Es lo fácil, es el poder del dinero.

Lo cierto es que fue un soberbio encuentro entres dos equipos verticales, que buscan la portería rival sin miramientos y que apuesta por el buen gusto futbolístico. El 2-1 final se antoja escaso vistas las ocasiones para los dos bandos y las actuaciones de los guardametas, sobretodo de Gorka Iraizoz, sensacional casi en la totalidad del envite. El primero en avisar fue el Athletic con un lanzamiento de Aduriz que se aprovechó de su desmarque a la espalda de Mascherano. Sabedor de las llegadas por banda de los rojiblancos, Martino apostó por reforzar las mismas jugando con dos extremos, Alexis y Pedro, otorgando así velocidad al ataque blaugrana. El dominio del balón pertenecía al Barça pero el Athletic supo jugar muy bien sus bazas, arriesgando arriba y concediendo espacios a la delantera rival. Fruto de estos riesgos llegaron las primeras ocasiones culés que Gorka acertó a desbaratar en una más que iluminada actuación. Pese al dominio territorial, los leones no cambiaron de plan y así llegó la jugada del partido y lo que pudo ser el gol del año. Tras una larga posesión, De Marcos recibió en el flanco derecho para servir un centro al segundo palo. Aduriz, adelantándose a su marca, remató de chilena a una más que considerable altura. Pinto sólo pudo hacer la estatua y rezar para que el palo hiciera su trabajo. De nuevo la fortuna ofreció su espalda a los rojiblancos. El rechace del poste acabó en los pies de Susaeta, que se encontraba celebrando el no gol, su remate mordido a bocajarro lo sacó Pinto de casualidad. Apto seguido y antes de llegar al descanso, la madera quiso hacer un guiño al Athletic. Alexis apareció por el segundo palo para enviar al travesaño un remate a puerta vacía.

Salir del túnel y besar el santo. A los cinco minutos se adelantaron los leones. Muniain robó la cartera a Bartra para ceder a Aduriz. El enrachado ariete disparó al palo largo con rosca y el meta blaugrana no pudo evitar el 0-1. Los pañuelos blancos asomaban en la grada y Susaeta marcó el 0-2 pero su tanto fue anulado por un supuesto fuera de juego que no fue, más si cabe teniendo en cuenta la mano de Mascherano. De verdugo a víctima en dos minutos. Alves salió de un regate de rebote, sorteó a Rico de un magistral túnel y cedió a Alexis. Éste disparó ridículamente a puerta y el rechace lo recogió Pedro para batir a bocajarro. No hubo tiempo a asimilar el empate cuando llegó el 2-1. Una falta lanzada por Messi al palo de Iraizoz que éste no supo atajar debido a las innumerables piernas que tenía delante y que le impidieron ver en condiciones. Con el 2-1 los catalanes dieron un paso atrás y esperaron a la contra. Pudo ampliar la cuenta el egoísta Tello pero la última la tuvo el Athletic. Balenziaga centró raso al punto de penalti y Mikel Rico remató fuerte engañando al cancerbero que se había lanzado hacia el otro poste. Cuando ya se cantaba el empate apareció Mascherano para salvar los muebles con el cuerpo. El partido ante el Sevilla dictará sentencia.

Por Iñigo Sanz Loizaga.