La mala fortuna se ceba con el Athletic
IÑIGO SANZ.- El Athletic continua sin encontrarse esta temporada. El conjunto rojiblanco sufrió su tercera derrota consecutiva de su particular mes aciago. A la falta de pegada, se le unió en el encuentro ante el Rayo el infortunio de Gorka Iraizoz, sublime hasta la fecha y cuyo error en la primera mitad marcó el devenir del choque. Ambos conjuntos llegaban a la cita necesitados. Con un periodo para cada escuadra, el oportunismo de Leo Batistao decantó la balanza al borde del minuto 90. Tras adelantarse en el marcador los leones, el Rayo remontó mediante dos jugadas afortunadas que instalaron el 2-1 final.
Con las rotaciones olvidadas en el autobús y el once de gala en liza, los de Valverde saltaron al campo dominadores. Por momentos, el buen juego desarrollado durante la pasada campaña apareció y con él, el primer tanto rojiblanco. Una precisa combinación entre Beñat y De Marcos, que ganó la línea de fondo, finalizó con el tanto de Aduriz a puerta vacía asomándose en el segundo poste. Todo parecía encarrilado y se intuía una placentera victoria. Sin embargo, la mala fortuna se cebó con Iraizoz. Un sencillo centro lateral se coló por debajo de los brazos del meta que incapaz de blocar, dejó el balón muerto en el área para que Leo Batistao situase las tablas.
En la segunda mitad las tornas cambiaron. Empujados por la inercia del empate, los de Jémez pusieron cerco a la meta rival con constantes llegadas por ambos flancos. Sin convertirse en un baño en el juego, los locales disfrutaron de las mejores ocasiones ante un Athletic apático que apenas creo peligro. Iraizoz salvó los muebles hasta en dos ocasiones con paradas de enjundia. No pudo el portero vencer a la mala suerte en las postrimerías del choque. Un centro colgado desde el flanco izquierdo del ataque rayista, finalizó con un remate de cabeza a bocajarro en el segundo palo. El meta rojiblanco atinó a despejar el esférico pero el rechace golpeó en Leo Batistao que puso la guinda a su particular noche de foruna.