Las segundas partes: ¿nunca fueron buenas?

20.08.2013 19:02

El Athletic comienza la segunda etapa de Valverde con una victoria merecida pero opaca

 

IÑIGO SANZ.- Quien acuñó y sentenció que las segundas partes nunca fueron buenas, igual le toca tragarse sus palabras en esta nueva campaña de fútbol recién estrenada. Ingerirlas o retractarse e incluir a la segunda aventura de Ernesto Valverde como la famosa excepción que confirma la regla. Lejos de odas al fútbol, de un juego y ritmo brillantes, los leones se dedicaron a continuar apostando por atacar y ganar, como base. Sin tiempo para asimilar el método Valverde y tras una pretemporada con más pena que gloria, el Athletic comenzó el nuevo curso con un importante triunfo a domicilio (1-2). Una victoria trabajada en casa del Valladolid que permite reforzar la osada idea futbolística del nuevo técnico rojiblanco. El conjunto local, por su parte y como suele ser habitual en las escuadras dirigidas por JIM, saltó al Nuevo Zorrilla dispuesto a dar la vuelta al dicho para guardar la ropa y después, si eso, comenzar a nadar. El antagonismo en el juego benefició a un Athletic que va a pelear en cada encuentro por acaparar el esférico para tratarlo con cariño. 

Tras un inicio de choque dubitativo en el que los vallisoletanos pudieron sorprender en más de una ocasión a la contra, los leones fueron templando el juego y ajustando su defensa. De este modo llegó el 0-1 inicial. Un gol estético, preciso y precioso protagonizado por una delicatesen de tacón de Ander Herrera, un pase en profundidad de primeras de Beñat y una finalización exquisita de Susaeta al palo largo. Lo cierto es que si las lesiones respetan, la combinación Ander-Beñat puede dar más de una alegría a la parroquia bilbaína. Sin embargo, y para no faltar a la costumbre, poco duró la alegría en la casa del pobre. Mientras en Bilbao el jolgorio se desató con la aparición de Marijaia, en Valladolid la sonrisa se tornó en mueca tres minutos después con el empate de Ebert.

Después del obligado parón los leones se vinieron arriba. Se desmelenaron y esta vez sí, dominaron claramente a un rival encomendado a un golpe de suerte. Sin embargo, curiosidad del caprichoso destino, la diosa fortuna se alió con los foráneos cuando Muniain aprovechó dentro del área una serie de rechaces para instalar el definitivo 1-2. Triunfo poco brillante pero manifiestamente importante para empezar una nueva aventura con el mejor de los pies. (Más información en el próximo número de yosoyunleon). 

 


Haz tu página web gratis Webnode