Sensaciones preocupantes
IÑIGO SANZ.- Es una cuestión de sensaciones y, por ello, preocupa más. El Athletic no se encuentra, no termina de ponerse a tono y no mete miedo. Dejando los resultados a un lado, los leones apenas crean ocasiones y ante el Eibar, no fue la excepción. Les bastó a los de Garitano con montar dos líneas de cuatro bien juntitas para rascar un punto en La Catedral. Los de Valverde apenas inquietaron al conjunto armero con un ataque en el que sólo Muniain pareció enchufado por momentos y en el que las ocasiones brillaron por su ausencia. Un 0-0 justo que deja un sabor de boca agrio antes de la jornada de Champions y de la visita del próximo domingo al Santiago Bernabeu.
Un 70% de posesión para los rojiblancos en el primer tiempo que se tradujo en ninguna oportunidad de perforar la meta de Irureta. Un porcentaje estéril de posesión que deja claro que se puede controlar un partido sin necesidad de acaparar el esférico. En los primeros minutos en los que el Eibar presionó intensamente y arriba, los leones maniatados apenas pudieron desarrollar su juego. A medida que pasaron los minutos, esa fuerza de los foráneos fue disminuyendo y el Athletic gozó de algo más de profundidad aunque en ningún momento consiguió crear peligro ante la escasez de fluidez en ataque. Para muestra, un botón. El delantero del Eibar Saúl remato las mismas veces, cuatro, que todo el Athletic junto.
Los segundos 45 minutos fueron un calco. Los de Valverde, impotentes, contemplaban como su adversario se encontraba más cómodo sobre el verde disfrutando del peligro que le otorgaba sus contras vertiginosas. Arruabarrena dio el primer susto relevante cuando no llegó por escasos centímetros a un balón que se paseó paralelo a la línea de meta defendida por Gorka. La respuesta de los de Valverde no se hizo esperar. Vigueras envió alto un cabezazo en el área pequeña tras aprovecharse de un servicio, también de testa, de Aduriz. No sirvió de mucho la oportunidad errada. El encuentro transcurrió por los mismos derroteros y sólo un disparo de Aduriz a la media vuelta, el único entre los tres palos del Athletic durante todo el choque, inquietó al meta del Eibar. La falta de óxigeno hizo el resto. El Athletic, falto de ideas en ataque, se fue dejando llevar por el cansancio y por la sobriedad de un rival que pudo llevarse el partido en la recta final pero que no logró hacer más sangre.