Y el cántaro se rompió

14.09.2014 16:07

IÑIGO SANZ.- 79 minutos. Remar y remar para acabar ahogados en la orilla. Encomiable trabajo de un Athletic valiente que no pudo salir vivo del Nou Camp. Un encuentro en el que los de Valverde lograron sostener una y otra vez a un Barça con hambre, con caras nuevas pero que sigue manteniendo la calidad habitual en sus filas. Para el triunfo culé, resultó decisiva la entrada de Neymar. El astro brasileño encontró en Messi a su mejor aliado. Una sociedad ilimitada que se tradujo en dos goles justo cuando los catalanes más sufrían y cuando el partido entraba en una fase de ida y vuelta, situación que Valverde quería evitar a toda costa como ya adelantó en rueda de prensa.

Tanto fue el cántaro a la fuente, que terminó por romperse. Y es que, sobretodo durante el primer periodo, la magistral labor de Gorka Iraizoz fue el único factor que impidió que los leones encajasen tanto alguno. Los de Valverde saltaron al césped dispuestos a hacer daño a su rival. Atrevidos, los de Valverde presionaban arriban y jugaban con facilidad en campo contrario. Así llegó la primera ocasión rojiblanca tras un peligroso centro de Beñat que Claudio Bravo salvó in extremis cuando Susaeta se disponía a rematar a puerta vacía. Tras el primer susto, el Barça fue recomponiéndose. A falta de Messi, el protagonismo recayó en los pies de Munir. El joven futbolista estuvo en todas. Su gran velocidad, su desparpajo y su olfato le permitieron disfrutar de diversas situaciones de gol pero le faltó definición. El toma y daca era constante y el Barça hacía más daño a la contra que en sus ya habituales eternas posesiones. En ese momento, comenzó el recital del colegiado. Fernández Borbalán miró para otro lado en todas y cada una de las acciones que sucedieron en ambas áreas. En primera instancia se comió un clamoroso penalti de Mascherano sobre Aduriz para acto seguido hacer lo propio tras un empujón tonto de Gorka a Munir. Antes del descanso Oscar De Marcos salvó a los suyos al sacar un balón bajo palos y, una vez más, Iraizoz realizó dos paradones para dejar el 0-0 en el descanso.

Con la entrada de Piqué en el segundo periodo, el Barça ganó enteros. La salida de balón de los catalanes ya era más fluida y la presión de los leones bajo en intensidad debido al calor y al cansancio acumulado. De este modo, la zaga del Athletic comenzó a sufrir sobretodo en los balones largos. En esas entró Neymar y cambió el choque. Quizás no por su gran participación en la elaboración de las jugadas, pero si por su oportunismo y definición en los últimos metros. Una absurda pérdida de Laporte fue el preludio del 1-0. Robo de Busquets, asistencia magistral de Messi y definición de calidad de Neymar. 80 minutos de trabajo tirados por la borda en diez segundos. Valverde buscó soluciones en el banquillo pero no las encontró. Los leones se estiraron para lograr el empate pero de nuevo la conexión Messi-Neymar resultó letal.